La sorpresa para todas fue, cuando a eso de las seis menos cuarto de la tarde llaman a la puerta de la Casa de Hermandad y era un Rey Mago. Con su habitual simpatía, lo recibieron cantando el villancico "ya vienen los reyes magos, ya vienen los reyes magos...".
Tengo que confesarles, que estas señoras con la edad no han perdido la ilusión, y tras darle la bienvenida, una a una se fueron sentado a su lado para pedirle su regalo de reyes. Los hubo de lo más variopinto: un frigorífico, paz, un coche, salud, que me quieten veinte años, terminar la carrera... y hasta D. Pedro que nos acompañaba en ese momento, se acercó para pedir "amor, mucho amor, porque habiendo amor todo se soluciona". El Rey mago les prometió hacer lo que pudiera, incluso a alguna le adelanto que su regalo venia de camino; pero por si no llegaban a tiempo, les dejo una bolsita con chocolate a cada una.
Cuando el Rey se marchó continuó la animada fiesta con cánticos de villancicos tradicionales y brindis con sidra incluidos, deseando que le toque la lotería a la cofradía y que todas pasásemos una Feliz Navidad.
