Este fue el triste y necesario final para Filomena. En la noche del sábado, cumpliendo con la tradición, "murió quemada".
Sardinitas asadas, buenos y variados aperitivos, jugar al corro, saltar por encima del fuego, cante y alguna niña desconsolada que no quería que Filomena ardiera para poder jugar con ella.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Pues les dejamos solo una muestra de lo que dio de sí la quema de la muñeca... Sobre todo, muy buen ambiente