Por segunda vez en nuestra Semana Santa esta Hermandad Servita se ponía en la calle. En esta ocasión sin vestir los hábitos de nazarenas y nazarenos, si no de calle y provistas tan sólo de nuestro escapulario y algunas de las insignias representativas de la Hermandad. Sin acompañamiento musical.
A las 08:00 horas del Viernes Santo, con la puntualidad establecida, se abría la puerta del Santísimo de la parroquia de Santa Catalina. Un pequeño cortejo de hermanas encabezado por la bandera y varas abría esta comitiva. Tras ellas el cuerpo de monaguillos.
Como viene siendo habitual estos últimos años cada vez más personas acompañan en la trasera al paso de María Santísima, si bien este año quizá por el frío, no hubo tantos devotos y hermanas. En la misma puerta de la parroquia comenzamos el rezo del Vía Matris.
Comenzaba la subida de Demetrio Bautista, San Rafael y finalmente San Antonio sin ningún retraso. Allí esperamos a la Cofradía hermana de día: la de Sayones. En la Cruz de la Unidad, como tradición secular escenificamos el encuentro de San Juan con nuestra Titular y posteriormente con Nuestro Padre Jesús, Titular de la Hermandad de Sayones. Se procedió a la lectura correspondiente del Vía Matris.
Poco después enfilamos las calles San Antonio, San Rafael y Demetrio Bautista de una manera pausada y tranquila. Las luz de la mañana favoreciá sobremanera el rostro, el paso y el cortejo de Nuestra Señora.
Nos recibió la Junta de Gobierno de la Agrupación en la esquina de la calle Santa Ana y también la Junta Gestora de la Hermandad de Jesús Resucitado en la esquina de Vicente Aleixandre.
Las lecturas del Vía Matris concluyeron justo a la altura de nuestra vieja casa de hermandad. Este año NH Dominica Alcalá, Domi, fue la encargada de poner voz al Vía Matris junto con el diácono de nuestra diócesis, Eugenio.
Finalmente entramos en la parroquia sobre las 10 de la mañana con el canto de la Salve en el interior de Santa Catalina.
